Steve Jobs, genio y figura. El hombre que marcó una época. Un ejemplo para cualquier emprendedor; atemporal, soñador, hambriento de cumplir sus sueños. En este bello discurso, dado en la universidad de Stanford, en California, Steve Jobs cuenta 3 historias, cada una diferente completamente de la otra, con sus momentos más dolorosos y tristes, pero siempre con ese toque de superación.
En esa primera anécdota, el brillante informático cuenta su más tierna infancia, cuando su madre lo da en adopción, lo cual me parece un momento muy triste, pero que él mismo cuenta sin que le tiemble el labio ni la voz en ningún momento. Sinceramente, si fuera mi caso, no sería capaz de articular palabra sin temblar, pero se puede decir que cada persona es un mundo distinto. También menciona el momento cuando dejó la universidad, y solo asistía a las clases que le interesaban, lo cual veo gracioso, a la par que inteligente. No disponía de mucho dinero, pero se las ingeniaba para comer y dormir; veo esto loable, con su óptica de que todo es posible.
En la segunda historia, menciona su salida de Apple, más bien, su despido. Valoro mucho esa positividad que irradia al tomar los proyectos de Pixar y NeXT, y formar una familia, y al final fue más exitoso que quienes hubieran seguido en la empresa de la manzana.
La última historia, es bastante dura a mi parecer. Pero con lo que me quedo de esta parte es con la esperanza y su manera de tomarse la vida como si cada día fuera el último, pues un cáncer de páncreas no es moco de pavo, es algo muy serio, y, tuvo una gran suerte de salvarse.
Lastimosamente, Jobs recayó y falleció en 2011. Pero aunque no esté con nosotros, todos lo tenemos y tendremos presente.

Clásica jugada de Steve Jobs, muriéndose de cáncer y podrido de dinero pero 0 dolares donados a la investigación médica. LONG LIVE WOZNIAK
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